FRANCISCO GARZON 60 AÑOS, GAVIOTAS DE AZOGUE
Tras esta larga ausencia quería hacer un regalo a todos los que me visitan, un regalo que os entrego como me lo entregaron a mí, y espero que a su vez vosotros se lo regaléis a aquellos que os rodean, merece la pena. Este año tenemos el privilegio de celebrar el 60 cumpleaños de Francisco Garzón, mi maestro, mi segundo padre, el hombre que ha traído a nuestros días la Narración Oral Escénica, reinventando el arte milenario de contar, actualizando la palabra. Digo privilegio porque para celebrarlo con nosotros, él nos ha regalado la colección Gaviotas de Azogue, una serie de escritos de importancia literaria que se inaugura con su Trilogía del Amor. Francisco Garzón artista de la palabra dicha y escrita, comparte con nosotros estos tres poemas cargados de sensibilidad, de belleza, de verdad.
Lo que no podré compartir con vosotros fue la experiencia de asistir al estreno de estos poemas, el 19 de julio, rodeados de encanto en el café Ruiz, del aroma a café y de la compañía de mis amigos los narradores. Donde la lectura de estos poemas en voz de Francisco se convirtió en un momento mágico que todos llevaremos prendido en el corazón siempre.
TRILOGÍA DEL AMOR
Francisco Garzón Céspedes
LO SÉ EN EL CIELO CON TINTES DE HOJARASCA
lo sé en el cielo con tintes de hojarasca del amanecer
lo sé en las luciérnagas de los cuerpos sobre la cama
lo sé en los murmullos del despertar a la rutina
lo sé en los pasos cercanos cuando se alejan
lo sé en el pozo de las miradas al reencontrarse
lo sé en las palabras y en las caricias
en sus azoteas y en sus sótanos
en sus paredes y en sus suelos y en sus techos
lo sé una y otra vez al caer y al alzarnos
el amor existe reinventándose en quienes
indefensos, sobrevivientes, afortunados
cada mañana lo reinauguran
reinaugurándose en las huellas de sus cicatrices
CUANDO SE RECUERDA LA CARICIA
cuando se recuerda la caricia de los cuerpos
se recuerda la textura fresca del lino en la piel
cuando se recuerda el compás de los latidos
se recuerda la espuma haciéndose y deshaciéndose donde la ola
cuando se recuerda el contacto de las miradas
se recuerda el impacto de los relámpagos al descubrirse
cuando se recuerda el soplo de las respiraciones
se recuerda el aliento purificador sobre el barro
el amor todo lo recuerda diferente
DONDE HABITA EL CIELO AFORTUNADO
donde habita el cielo afortunado habita la nube
donde habita la tierra fértil habita el desierto
donde habita el agua transparente habita el fango
donde habita el fuego confortante habita la ceniza
donde habita el aire protector habita el desamparo
donde habita la hierba bienhechora habita la maleza
donde habita la sangre cual torrente habita el remolino
donde habita el pájaro de las claridades habita la penumbra
donde habita la canción de cuna habita la elegía
donde habita la memoria imborrable habita el olvido
donde habita el amor de los amantes sólo habita el amor
sólo habita el amor tan habitadamente solo
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