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lostulipanesvioleta

REALMENTE QUEREMOS HUIR DEL SUFRIMIENTO

¿Quiénes seriamos si viviéramos en perpetua felicidad?, ¿con qué mediríamos lo bueno si no existiera lo malo? ¿Cómo aprenderíamos de los problemas y las equivocaciones si todo fuera perfecto?

Cuando leí “Un mundo feliz” pensé que sería genial ser un autómata educado para ser lo que era, sin conflictos, sin deseos de nada más. Tenía 15 años y no sabía lo que pensaba.

Diez años después la vida se me antoja algo más clara que a esa edad y ya no creo lo mismo.

Miro a mí alrededor y veo a la nueva generación, a esa que en teoría lo ha tenido un  poco más fácil, pero no los veo más felices, ni más motivados. La comodidad no estimula tanto como yo pensaba.

Que la vida es dura lo sabemos todos, que los malos momentos nos completan es una teoría que tengo y que está por confirmar. Pero precisamente porque de las desgracias, de los problemas, del dolor no se puede huir tengo una amiga que dice que hay que celebrar todo lo que se pueda, todos los cumpleaños, aniversarios, san valentines prefabricados, todo, porque eso es lo que nos vamos a llevar. Y yo añadiría que hay que disfrutar cada día de lo que tenemos cerca, a nuestro alcance: del amor (en cualquiera de sus vertientes), de los amigos, de la familia. Pero sobre todo de los momentos de felicidad cotidiana: un helado de nata con trocitos de chocolate, el final de un libro, las flores frescas en el salón, las fiestas de reina cuando me ve llegar a casa y me chupa las manos, un bol de palomitas de maíz, una buena película en el cine o en casa, una coca cola fresquita, descalzarme siempre que puedo, la sandia cuando llega el verano, que suene mi canción en la radio cuando estoy triste y me haga sonreír, el agua caliente de la ducha, las sabanas recién puestas, una caricia inesperada, las cosquillas, la casa llena de velas, una noche de sueño sin despertarme ni una sola vez, las mañanas de los sábados y los domingos, las sorpresas, los abrazos…

Y la verdad es que celebrando y disfrutando, lo demás puede ser mucho más llevadero. Eso si que lo tengo confirmado. 

1 comentario

basurerodetinta -

Pues claro, cada día tiene que ser una fiesta, los pequeños detalles son los que nos dan la vida... Te veo esta tarde en otra "celebración" de verdad, la mía, aunque sea ya repetitiva.